El equipo Mercedes presentó en sociedad el modelo W12 con el que disputará la próxima temporada de la Fórmula 1.
El nuevo monoplaza no presenta grandes novedades respecto a su predecesor. Hereda de éste la mayor parte de sus componentes tecnológicos, salvo algún mínimo cambio impuesto por la reglamentación de esta temporada, de transición ante el gran cambio que se avecina en 2022.
En lo estético, el W12 mantiene también el color negro con el que Mercedes decidió disputar la segunda mitad del campeonato para mostrar su compromiso con la diversidad y contra el racismo, una imposición de Lewis Hamilton que se mantiene después de la renovación del contrato del piloto inglés, asunto que copó gran parte del interés mediático durante la pretemporada y que solo se resolvió a escasas semanas del inicio del Mundial.
Solo algún detalle en gris en la tapa motor, en deferencia a las tradicionales flechas plateadas de Mercedes, el color rojo de la chimenea, que honra a Ineos, nuevo propietario al 33 % de la escudería, y las líneas en verde esmeralda de Petronas, destacan en la silueta del coche dominante de los últimos años.
Hamilton, que volverá a ser por tanto el gran favorito a su octavo título, el que le alzaría en solitario al Olimpo de la Fórmula 1 por delante de Michael Schumacher, explicó con más profundidad los motivos que le llevaron a firmar solo un año de contrato: «En realidad ya he logrado la mayoría de cosas que quería conseguir. Por lo tanto, no hay una necesidad real de planificar con demasiada anticipación el futuro. Vivimos una época inusual y no quería mirar más allá».
Junto al británico volverá a competir el finlandés Valtteri Bottas, en su quinta temporada en el equipo. Un escudero fiel y poco conflictivo que combina a la perfección con el carácter de Hamilton.
EL DATO:
Mercedes ha ganado todos los títulos de pilotos y constructores en la era turbo-híbrida de la Fórmula 1.