En las manos de un héroe inesperado como Kevin Magnussen que no se creía lo que ocurría en la Q3 del Gran Premio de Brasil este viernes 11 de noviembre en compañía de la lluvia latinoamericana.
Fueron con exactitud 14628 vueltas después, 73482 kilómetros recorridos y con 236 puntos en el haber del equipo, Haas logra su primer gran éxito, que a su vez es la cuarta pole de un equipo estadounidense en la historia de la F1.
Magnussen fue de los primeros en salir a dar una única vuelta con gomas de seco, que era lo que la previsión del tiempo daba como opción más posible, la dio y fue la mejor porque ni Sainz ni Leclerc ni Hamilton ni Alonso la mejoraron, Russell se salió de pista, y la lluvia ya terminó por cancelar la Q3.
“Primero, eres primero”; le decían por la radio, “¿bromeas no? Estás bromeando, queda mucho, os invito a todos a cenar… no celebréis nada, queda mucho, pero es la mejor sensación de mi vida”, decía visiblemente emocionado el veterano K-MAG, como le gusta de sobrenombre, poleman 8 años después de debutar en F1.